Caricias como sustento de vida
Son indispensables para la supervivencia física y psíquica de la persona.
Las caricias son fuente de energía positiva o negativa según la valencia que tengan.
En todos los casos preferimos las caricias negativas a no obtener nada.
Las caricias afectan siempre al concepto que la persona tiene de sí misma, de sus atributos y a su desarrollo posterior.
Las caricias incondicionales son las más fuertes.
El efecto de la caricia depende de la calidad con que está dada. Esta calidad depende de 5 atributos, Sinceridad, Personalización, Adecuación, Dosificación y Argumentación.
Cada persona tiene sus umbrales de recepción de caricias; algunos necesitan más y otras menos.
Cada individuo tiene un canal preferente en la recepción de caricias: visual, gustativo, táctil, etc.
Pueden ser acumuladas en un banco de caricias para luego recurrir cuando lo necesite.
Cada individuo dispone de un filtro de caricias y en función de él recibirá, rechazará o aceptará unas y no otras.
La caricia es un recurso natural, gratuito, inagotable y que está al alcance de toda persona.
Solamente dan caricias positivas las personas que se consideran valiosas a sí mismas.
¿Qué son las Caricias?
Del mismo modo que el hambre o necesidad de alimento es saciada con comida, para subsanar la necesidad de estimulación es necesario, e incluso imprescindible, que la persona sea tocada y reconocida por los demás.La caricia es cualquier estímulo social dirigido de un ser vivo a otro y que reconoce la existencia de este.
Es un hecho demostrado (Spitz 1956) que la privación sensorial en el niño puede dar como resultado no sólo cambios psíquicos, sino también deterioro orgánico, lo que da imagen de la importancia que puede llegar a tener el entorno.
Cuando existen carencias ambientales de importancia tales como la deprivación maternal, el abandono, la falta de contacto físico, sea por las razones que fuera y en función de la gravedad, las reacciones van a ser de ansiedad aguda, de necesidad de amor, de sentimientos de tristeza, de miedo, estas emociones son demasiado grandes e intensas para las inmaduras posibilidades de control del niño y por ello van a constituir el consiguiente trastorno en su organización psíquica.
Un fenómeno similar se observa en los adultos sometidos a la privación sensorial, experimentalmente pueden desarrollar una psicosis transitoria. Todo ello debido a que incluso a nivel biológico tiene repercusiones importantes ya que si el sistema reticular activador del cerebro no es suficientemente estimulado, pueden ocurrir cambios degenerativos en las células nerviosas. De aquí puede producirse una cadena biológica que lleve desde la privación emocional a la apatía, a los cambios degenerativos y, en última instancia, hasta a la muerte.
Es por ello que tanto biológica como psicológica y socialmente el hambre de estímulos es paralela al hambre de alimentos.
A medida que el niño crece, la necesidad de estímulos se va a transformar en necesidad de reconocimiento o caricias.
[pullquote align=»center» textalign=»centre» width=»80%»]Toda persona tiene necesidad de ser tocada y reconocida por los demás
(William James)[/pullquote]