En momentos de crisis

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En momentos de crisis es mejor detenerse y esperar, poner en funcionamiento el «sistema de emergencia» y tener paciencia. Es como una luz roja que anuncia peligro, que anula las alternativas que en algún momento fueron posibles o creías que daban resultado.

Llegamos a un momento de la crisis muchas veces luego de recorrer caminos llenos de decisiones y estrategias que han dado buenos resultado pero que no solucionaron en totalidad el problema. La mayoría de las veces el problema que se expresa en el exterior muestra una limitación interior, es por eso que en muchas culturas crisis significa oportunidad, es decir, la posibilidad para hacer algo diferente de lo que se ha hecho hasta el momento.

Cuando se está en crisis es mejor observar y ver, conectar con la intuición y con la parte más sabia de cada uno, nuestro corazón. No es momento de tomar decisiones apresuradas sino frenar la marcha, saber que se ha llegado ahí por que  nos hemos ocupado de tapar agujeros a base de cavar nuevos pozos y donde pisar ya no es seguro, bajo nuestros pies toda la tierra está removida y bajo ella muchos problemas enterrados como semillas.

Es momentos de crisis es hora de usar el olfato, abrir bien los ojos, es tiempo de preguntar y dejarse aconsejar, sabiendo siempre elegir el mejor consejero, a veces las situaciones son vistas de mejor manera desde afuera, cuanta más información recabemos para crear nuevas alternativas mejor. Conectar con tu esencia, con el aprendizaje y con lo que sientes verdaderamente frente a esa situación, dejar de lado la novela de la vida o todo lo que te despista de tu sentido de vida. Filtrar lo que haces por miedo, por inseguridad y dejar solo lo esencial que es aquello que te lleva a crecer y superarte.

Ten presente que sucede cuando en un edificio salta la alarma contra incendios, lo primero que se desactivan son ascensores, la electricidad se reduce a solo focos que nos permiten ver la mejor salida, se inicia el plan de supervivencia y con un único objetivo, poder salir. Es imprescindible mantener la calma, relajarse para ver la salida, de forma ordenada, precavida, llevar contigo las cosas más esenciales, elegir y por sobre todo no desesperarse, mantener en funcionamiento lo más importante que puede hacerte sobrevivir hasta que el altercado pase.

Es decir, continuar con lo más importante de tu vida, tus afectos, tu trabajo o estudio, tu cuidado personal, lo básico para mantenerte, si te desesperas y dañas lo que te mantiene en eje, todo puede colapsar más aún, es lo que llamo mantener tu funcionamiento en nivel reducido, solo lo justo y necesario hasta que pase la tormenta, precipitarte puede llevar a crear otro problema más grande.

Dejar tu ego a un lado, escuchar, sentir y abrir bien los ojos para ver por donde salir. La vida misma te irá mostrando el momento de tomar decisiones y no hay nada como hacerlo de manera coherente a tu esencia, es por eso que debes escucharla más que a nada.